DESOLACIÓN
Le he sobrevivido al árbol
y lloro esta desolación
como a un hermano muerto.
¿Cómo han conseguido envenenarlo
y arrebatarme su sombra?
Enlodaron las aguas
fingiendo ir a beber en su curso
y arrasaron las casas
con las armas de la salubridad.
Ahora me miran fijamente
y deciden mi suerte:
realojar lo que de mí queda.
No es ese el daño.
Le he sobrevivido al árbol.
Hubiera preferido que me viera caer
a sus pies centenarios.
BELÉN ARTUÑEDO
Orden de alejamiento, LF Ediciones, colección Libros del consuelo, 2009
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