Aunque, lo busque en los cubos de basura y meta las manos bien adentro, hasta que se me llenen los dedos de cucarachas y gusanos, es inevitable la pérdida de lo que nunca se tuvo. Estoy más ciega que nunca, porque no veo ni con los ojos de las entrañas y mi cuerpo se pierde en la inmensidad violenta de la noche que me trata como a una mujer de trapo que se ha caído en un charco.
No alumbraré al hijo nacido de la piedra, sino fetos amorfos que serán alimento de los gatos. Mi talento perdido,mi identidad sin DNI.
Me dejaron sola jugando a la gallinita ciega y vino el funesto mal a quebrar mi cerebro hasta que el sol se hizo negro. Un espeso líquido negro cayó de mi oído, mientras resistía las embestidas del funesto mal, pero, al mismo tiempo, podía escuchar como una música hermosa se desprendía de mi cabeza, de lo más profundo de ella y recordaba mi infancia entre frutos y flores, como una bella Ofelia infantil inmortal que chapoteaba en el Leteo.No pude recordar más, presa de un olvido somnoliento y doloroso que hacía latir mis sienes. He perdido el talento, mi identidad, mis sueños de fresca mañana.
No alumbraré al hijo nacido de la piedra, sino fetos amorfos que serán alimento de los gatos. Mi talento perdido,mi identidad sin DNI.
Me dejaron sola jugando a la gallinita ciega y vino el funesto mal a quebrar mi cerebro hasta que el sol se hizo negro. Un espeso líquido negro cayó de mi oído, mientras resistía las embestidas del funesto mal, pero, al mismo tiempo, podía escuchar como una música hermosa se desprendía de mi cabeza, de lo más profundo de ella y recordaba mi infancia entre frutos y flores, como una bella Ofelia infantil inmortal que chapoteaba en el Leteo.No pude recordar más, presa de un olvido somnoliento y doloroso que hacía latir mis sienes. He perdido el talento, mi identidad, mis sueños de fresca mañana.
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