jueves, 30 de septiembre de 2010

un poema de josé maría parreño

Platón nos asegura que el tiempo es circular,
que volverá a afirmarlo, que esto mismo
ya lo ha repetido.
San Agustín refuta esta doctrina
en su Civitas Dei,
mas yo la creo.

Yo quiero creerla.
Porque aunque sea precisa mi vejez,
y otra vez
los océanos hirviendo bajo un sol inminente,
la plegaria ante el fuego,
Platón y la Escolástica, la muerte de mi padre...
con el asombro de la primera vez
te besaré en los labios.



José María parreño.
Del libro Fe de erratas, Colección Puerta del mar XLI
Málaga, 1990.

martes, 28 de septiembre de 2010

ESCLAVITUD, obra Lola Lugo


Hace un tiempo hice el zapato con plumas que me encontré en mi barrio. Plumas de pájaros varios, sobre todo palomas. Me quedaba un zapato. Quería transformarlo, tunearlo, pero que representara algo significativo. No se trata sólo de un objeto más o menos estético. Esta pieza la revestí de esparadrapo. Nunca he podido andar bien con zapatos de tacón y, cuando lo he intentado, he tenido que acudir a tiritas y esparadrapo para poder seguir caminando. En realidad, entre las plumas y el esparadrapo, están las ganas de "salir volando".

miércoles, 22 de septiembre de 2010

III Descenso Solidario del Sella en homenaje a la plataforma de Artistas contra la Violencia de Género. Tiene como objetivo recaudar fondos para la Casa de Mujeres Maltratadas ‘Mehwar’ de Belén en Palestina.
El precio de las entradas en esta edición es de 25€ los adultos y 15€ para los niños y niñas. El Descenso comenzará en Arriondas, con la colaboración de la Escuela Asturiana de Piragüismo, y finalizará con una espicha preparada por Canela en Rama, del cocinero Sergio Rama.

Las entradas podrán adquirirse a partir del jueves 23 en las oficinas principales de Halcón Viajes (C/ González del Valle en Oviedo, Plaza del Carmen en Gijón y C/ Cabruñaña de Avilés), las tiendas de Calzados Casino en Oviedo (en C/ Milicias Nacionales, C/ Independencia y C/ Palacio Valdés) y en los establecimientos de Friobás Basilio en el Centro Comercial Salesas en Oviedo y el Centro Comercial Los Fresnos de Gijón.

La Herencia_Cristina Morano - EL VIDEO -

La nueva temporada comienza, avanzamos estaciones sin dejar atrás nuestra herencia. Una niña juega a las muñecas cerca del retrato de su abuela. Cristina abre su alma, su poema. El otoño a punto de caernos encima, se intuyen los cambios de energía... perfume de violetas, una melodía nos suaviza la mirada...

lunes, 20 de septiembre de 2010

YIN, YAN Y OTROS AMIGOS

Ese hueco cinematográfico en que todo encaja,
saberlo nos da un poco de fuerza, un poco de miedo
¿y ahora qué?
Ahora vivir respirando como aprendiste,
no se va a hacer añicos la fe o la confianza, de verdad,
la perfección de todo esto
está por encima de nuestras pequeñas voluntades.
Ese momento preciso en que, crack, y pasa
puede proyectarse más allá de uno mismo
si uno mismo tiene ganas de amortiguar cada golpe
con una sonrisa, red del trapecista.
Todo sigue igual que estaba:
en equilibrio yin, yan y otros amigos.

sábado, 18 de septiembre de 2010



RAINER MARIA RILKE


No le conocí, y sus libros me fueron revelados tarde, el mismo año en que el poeta se vestía definitivamente de fantasma. Una gran parte de su obra se me escapa, sumergida en el balbuceo y en la neblina, pues los poemas traducidos no son más que palomas de alas rotas, sirenas arrancadas de su elemento natal, exiliadas en tierra extraña, gimiendo de añoranza. Apenas sus obras en prosa, sus cartas, algunos versos escritos directamente en francés y algunos relatos de personas que le amaron bastaron para inspirarme una ternura infinita y fraternal hacia él, tan sólo comparable a mi amistad con Virgilio. Pero el tiempo no es más que una ilusión, y ya es algo que la balsa de un mismo siglo nos haya llevado juntos: mientras que Virgilio se nos hunde en la polvareda de dos mil años de crepúsculos, Rilke está todavía tan cerca que podemos amarlo como a nosotros mismos. No basta con ser grande, con ser puro; si lo queremos tanto es porque su miseria es casi la nuestra, y la suerte le ha asignado la misma función infausta. Las soluciones que encontró para su vida repartida entre la angustia y el respeto se cuentan entre las que nosotros podríamos aceptar, y esta comunidad de peligro y de soledad hace que su genio nos resulte un poco menos extraño.

El profundo Virgilio nos hace soñar con las plantas nocturnas que crecen silenciosamente bajo los rocíos lunares, con la melancolía de los frutales corrompidos por el otoño, con el destino dorado de las abejas y de los astros. También Rilke tiene sus frutales, sus astros y su Orfeo. Pero la verdadera patria del joven Malte no son los Campos Elíseos de Gluck, sino el país enfermo y gris donde el ajusticiado se consuela con la esperanza; es París, es Praga, Purgatorios pensativos.

La luz tenebrosa que invade la habitación de la calle Toullier es la de un alba aún pálida por haber atravesado la noche, y la manzana de Cézanne hace que los árboles del huerto de Muzot se inclinen bajo su peso tranquilizador y triste. Extrañas manos, como esas que Rodin jamás se cansó de modelar, frecuentan los pasillos de esta obra crepuscular como la mañana, y que parece dictada en la hora en que los fantasmas palidecen. Si este poeta, acostumbrado a las visitaciones angélicas se consideró insustancial, humilde, despojado hasta la transparencia, es porque se sabía nacido para transmitir, para escuchar, para traducir, arriesgando su vida, esos secretos mensajes que las antenas de su genio le permitían captar; encerrado en su cuerpo, como un hombre que escucha en un navío que naufraga, mantuvo hasta el final su contacto con ese lugar misterioso de emisión, situado en el centro de los sueños.

Respeto hacia los hombres, respeto hacia sus almas invisibles o, tan rara, tan patéticamente adivinadas; respeto hacia sus tristes cuerpos que ellos mismos apenas respetan, contentándose con cuidarlos, torturarlos o negarlos. Respeto hacia las cosas, de las que los hombres abusan con mayor inconsciencia si cabe, y a las que tratan peor de los que su corazón les diría. Respeto hacia el silencio, lleno del presentimiento de voces futuras; respeto hacia el pasado, que sigue presente como la huella que deja el anillo desaparecido en el joyero, y respeto hacia el instante presente, que pronto irá a añadirse al pasado, atraído por la imantación del tiempo. Respeto hacia los ángeles, que son nuestros guardianes y tal vez nuestras almas; respeto también hacia nuestros demonios, que son la sombra que nuestros ángeles proyectan. Respeto hacia Dios, aunque no exista, pues no existir no es, después de todo, más que una manera algo más noble y más pura de ser, y porque le poseemos al menos en forma de deseo y de espera. Respeto hacia el amor, que hombre y mujeres no respetan por el miedo que tienen a ser dignos de él. Respeto hacia la muerte, que es el fruto de nuestra vida y casi su hija. Rilke respetó todas estas cosas y dedicó su existencia a venerarlas poniendo sobre ellas unas manos cada vez más temblorosas, pero que, como las de un amante, sólo tiemblan a fuerza de atrevimiento. En una época en la que morimos de sequedad desdeñosa y de indiferencia grosera, Rilke es el único poeta a quien cosas y seres entregaron sus secretos supremos, por haber sido él el único en comprender la necesidad de arrodillarse. No dispone de los dones del visionario, como Blake, o del nigromante, como Swedenborg, o del brujo, como el viejo Goethe; no posee el extraño magnetismo telúrico que hace de la obra de Mann la mayor reserva de fuerzas elementales; ni tampoco tiene entre sus dedos los utensilios cortantes y curvos de Proust. Del fondo de tanta desnudez y de tanta soledad, los privilegios de Rilke y su mismo misterio, son el resultado del respeto, de la paciencia y de la espera con las manos juntas. Un buen día, esas manos, doradas por el reflejo de no sé qué cielos desconocidos, se separaron por sí mismas, semejantes a la cáscara frágil y perecedera de un fruto formado en la profundidad de esas palmas y del que nunca sabremos si se debe más a la luz que le ha madurado o a la profundidad de la que ha salido.

En Roma, una tarde de Navidad que recuerda e iguala a la mañana de Pascua del primer Fausto, Rilke escribía a un joven poeta para aconsejarle que fuera grande, y para consolarle por estar solo. Entre los compañeros dispuestos a probar nuestras soledades, enumeraba a Dios, y también a la primavera, y a la infancia, y sobre todo al viento “que pasó sobre los árboles de numerosos países”. El recuerdo de Rilke se ha vuelto semejante a esa brisa que de nuevo abre, como una rosa de Jericó, el corazón árido de los solitarios. Porque él fue triste, nuestra amargura es menos grande; porque él vivió sin seguridades, nosotros estamos menos inquietos; porque él estuvo solo, nosotros nos sentimos menos abandonados. Diez años hace ahora que Rilke entró en esa tierra en la que el sepulturero de sus cuentos esperaba ahondar lo suficiente como para encontrar a Dios, y ya la obra de este poeta ha adquirido un rostro de Ángel y aporta a los desdichados el refrigerio de sus propias lágrimas.

Marguerite Yourcenar

Traducción de Almudena Nicás



("Yourcenar sobre Rilke", publicado en el blog de Xoán Abeleira: http://xoanabeleira.blogaliza.org/2010/09/11/yourcenar-sobre-rilke/)

viernes, 17 de septiembre de 2010

EL INFIERNO

Había dos hombres en la puerta charlando. Apenas se fijaron en ella. Comían patatas fritas, y bebían cerveza, y reían a carcajadas. Cuando las puertas se abrieron, Sofía entró despacio, intentando evitar que se notase. Eran las nueve. El supermercado estaba vacío. Sólo ella y aquellos dos hombres. Cogió el carrito, aunque sabía muy bien que le sobraría mucho espacio, pero detestaba aquellas cestitas. Se detuvo en todas y cada una de las estanterías: la de bollería, la de las bebidas, la de las conservas… Se acercó a la carnicería y escudriñó cada pedazo de carne, los embutidos, todo. En la pescadería no se fijó en nada. Cada vez que veía un pez muerto sentía náuseas, nunca había sabido por qué. Una hora más tarde, decidió dar media vuelta y despacio, muy despacio, dirigirse a los refrigerados. Cuando los vio, lejos aún, pero perfectamente delineado su contorno rosa, azul, verde, su simetría cuadrada y aquellas tres grandes estrellas, aparcó el carro. Se puso a correr, sin darse cuenta. Había perdido el control de nuevo. Comenzó a sacar uno tras otro: helado de fresa, de nata, de chocolate, de chocolate con nueces, de arándanos… Ya no le cabían más en el regazo. Los helados caían al suelo uno tras otro, pero ella seguía y seguía. Nunca serían suficientes. Cuarenta euros en el bolsillo, eso era todo. No quedaba nada más. Su vida se resumía en cuarenta euros en el bolsillo. El se había llevado a los niños por la noche, mientras ella dormía. Desde que tomaba las pastillas le costaba levantarse por las mañanas, el sueño era demasiado pesado y denso. Esta sería la última vez, lo sabía: no volvería a verlos. Pensó en Andrea, la pequeña, y se le cayeron todos los helados que había conseguido mantener aferrados a su mano izquierda. Se sentó en el suelo. El encargado llegó corriendo y al verla ahí, en el suelo, cubierta de una especie de pasta espesa y de colores, le pareció tan patética que decidió no volver a pasar por allí hasta las once. Sofía sintió mucho frío. En el infierno hace frío, pensó. Todo es mentira, todo es mentira, susurró mientras se levantaba.


Ana Vega


CONDICIONES DE MUJER Y HOMBRE EN PIE DE GUERRA



Siempre he pensado en David González como una especie de guerrero ancestral, único, un espíritu libre, consciente y fuerte, que proviene de una raza desconocida; quizá debamos trasladarnos al origen del hombre salvaje, puro instinto, corazón y carne, piel dulce en tantas ocasiones. La conciencia o el exceso de consciencia pueden dañarte de un modo profundo y definitivo, implacable, si tu elección consiste en la verdad, en seguir en pie de guerra pese a todo. Difícil mantener cierta coherencia vital, personal y profesional no sólo hoy día, sino como simple ser humano, coherencia que David mantiene en todo momento hasta el vértigo, o el látigo, si es necesario, pero siempre, siempre, con la cabeza alta y las botas bien puestas, marcando el paso.
En este caso, David crea, o une, o da forma, o despierta, a una tribu de guerreras que permanecía no en la sombra –algo incompatible con ciertas mujeres, cierto tipo de “maneras de recogerse el pelo”- pero sí a cierta distancia de medios, público o vinculación inexistente entre ellas hasta ahora (salvo algunas antologías y libros que ya se habían percatado de este dulce temblor subterráneo que va moviendo cimientos, conciencias). Presentamos aquí un libro en pie de guerra, de versos duros, de mujeres que escriben “con los dientes”, de mujeres que se defienden con palabras, sin miedo, rompiendo y rasgando cada día el rol –máscara, ataduras, el corsé que deforma…- que la sociedad se empeña en aplicar hasta arrancar todo atisbo de individualidad en la mirada, mujeres a las que me gusta definir recordando el bellísimo libro, o manual de supervivencia, de Clarissa Pinkola Estés: “mujeres que corren con los lobos”. Y es necesario advertir al mundo que contra el instinto de una mujer salvaje todo intento de domesticación está perdido de antemano. Siglos y siglos quemándonos en la hoguera y aún seguimos aquí, en pie de guerra.
“Las personas heridas son peligrosas, saben que pueden sobrevivir”. Damage. L.Malle.

jueves, 16 de septiembre de 2010

ELLA VENDRÁ (Un poema de José Manuel Vara reinterpretado por Lucía Fraga)



Sobre una mecedora llena de carcoma,
Se balancea inútilmente un cuerpo inerme,
Al que le han arrancado la vida
Las poluciones nocturnas y las ausencias de la fémina.
Su sexo flácido ya no chorrea semen,
Porque le falta el hueco de su muerte.
El hueco en que cada noche se perdía para siempre.

Pero ella vendrá, seguro.
Vendrá como un niño salvaje que no conoce
Los códigos de la sociedad más elemental.
Envuelta en lycra y sin bragas, para que puedas
Posar tu mano ansiosa debajo de la falda.
Con ojos de gata enferma, febriles y amarillos,
Que piden un poco de aire para llenar tu vacío.

Pasan las horas, pasan los minutos
Y tú esperas el clavar de sus tacones contra el suelo
Como anuncio de desvelo de tu cárcel de carne humana.
Mas persiste la pesadilla del sexo blando que cae
Como muerto sobre tus piernas de herido de guerra.
Estás encerrado en una jaula de metalurgia onírica
Donde ella se deshace como un castillo de arena.

Pero ella vendrá, seguro.
Vendrá maquillada como una zorra de alto standing
Y desatará todas tus cadenas de sueño forjado.
Se quitará el vestido y dejará las mentiras,
Para desnudarse lentamente y descubrirte
Que el cuerpo que amas no es más que falacia.
Descaro de látex y ortodoncia en los dientes.

Pasan las horas, pasan los minutos
Y volvemos al tiempo en el que todo era negro.
Al principio era el caos...hasta que llegó ella
Con su sonrisa lasciva y ritos carnales
Que te impusieron un yugo como la visión
De sus pezones centelleantes,
Afilados como cuchillos prestos al ataque.

Pero ella vendrá, seguro.
Traerá su ración de paraísos artificiales
Y con su lengua te pondrá un poco de edén
En la punta de la polla.
La merca será buena y se pondrá como loca,
Repitiendo la misma escena para voyeaurs
Que tanto la fascina como a una profesional del mercado.

Pasan las horas, pasan los minutos
Y tú como a una niña le darás el jarabe de la noche
Para que trague hasta la última gota.
Ella más ansiosa reclamará otra cucharada que tú
Revolverás en tus entrañas con el calor de un vaso de leche.
La mujer-veneno quiere ser pequeña para que la cambien
Y le den de mamar como cuando vino al mundo.

Ella vendrá, seguro.
Cargada de ojeras, de participar en otras operetas.
Con la marca de una bofetada y un cardenal en la pierna.
De regreso a una infancia de dolor con sabor a beso sangriento.
Con un único deseo.
Olvidar.
¡Fóllame de nuevo!

miércoles, 15 de septiembre de 2010

1 poema de David de la Rosa




MI ÁNGEL DE LA GUARDA

aquí
en la ventana
escribo y fumo
y espero
a que mi ángel de la guarda
salga de trabajar

David de la Rosa. PALABRADA. Prólogo de Alfonso Aguado Ortuño. Editorial Poesía Eres Tú, Madrid, 2009.

martes, 14 de septiembre de 2010

PRESENTACIÓN "LA MANERA DE RECOGERSE EL PELO"
LIBRERÍA CERVANTES DE OVIEDO, JUEVES 16 DE SEPTIEMBRE, 19:30h

Editado por Bartleby.

Intervienen: David González y Ana Vega.

Sinopsis:
David González ha reunido en La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger a trece mujeres poetas con denominadores comunes. Son poetas al margen, casi todas. Duras. Guerreras. Alternativas. Sin pelos en la lengua. Poetas que escriben con el cuchillo entre los dientes y tienen los ovarios bien puestos.

viernes, 10 de septiembre de 2010

la noche en blanco

hola, nada
que mañana a las 21h en la residencia de estudiantes
(c/ pinar, 23 madrid)
voy a leer poemas

por si a alguien le apetece acercarse

besos madrileños
como los churros


(como no sale mi nombre
que soy isabel bono

adió)

UVE PUNTO ERRE

Que uno nunca sabe dónde va a estar la tuerca
que de una vuelta lo gire todo y todo cambie.
De lo malo sacar siempre algo bueno como el tiempo
perdido en aprender nombres de pilotos y marcas de moto
que más tarde serviría para ser la única persona amante
del único cantante italiano que aquí no se conocía
y poder impresionarte con el dato.
Y eso es sólo un ejemplo.
De una nube negra obtener energía calorífica cual carbón,
de una llamada que no llega aprender a esperar y a respetar el olvido.
Crear una sonata con las quejas recogidas,
dibujar una ventana por la que meterse cuando se necesite,
nada de lo hecho es para nada,
nada de lo armado se deshace, míralo, ahí queda
montado y preparado para el salto mortal definitivo.
Que merece la pena seguir consintiendo en conocerse
que aunque más tarde datos y formas se desdibujen
me sé todas las curvas de Sepang y de Mugello.


Fix you - Coldplay

martes, 7 de septiembre de 2010

Vinalia Trippers: Plan 9 del Espacio Exterior en Madrid

18 septiembre 2010: 21 h: La Latina: Madrid: Casa de los Jacintos: Arganzuela, 11: Fiesta presentación del número 10 de Vinalia Trippers: Plan 9 del Espacio Exterior:

lunes, 6 de septiembre de 2010

Poema y collage Lola Lugo


He olvidado, a fuerza de costumbre,
que los labios
son cartas de ida y vuelta

que las palabras
persianas
y una penumbra
para deletrear
caras, perros y nubes.

He olvidado,
que antes de apurar el vaso,
me bastaba
el dulce licor
de una tarde de verano

y que las cometas de los niños,
en la playa,
son caricias que ignoran
los pastos del futuro.

He conjugado,
mal y rápido,
verbos
que saben demasiado a pasado,
y me he quemado
con las brasas
de esas imágenes evanescentes.

Y lo he vivido todo
como un sueño,
a punto siempre de romperse.






viernes, 3 de septiembre de 2010

1 poema de Ángel González González, de su poemario MUÑECA RUSA


NUNCA PROFUNDIZAR EN LA MATERIA
Todas aquellas mentiras,
liadas como un porro
y produciendo el mismo efecto
en la memoria.
Jugué contigo
a la venda en los ojos,
divagando
por ese mundo de ingenios
y aventuras someras,
siempre idílicas...
Una regla tan solo:
no profundizar nunca en la materia.
Todo a lo que le claves el diente
irá progresivamente
perdiendo la gracia.
Ángel González González. MUÑECA RUSA. Ediciones del 4 de agosto, Logroño, 2010.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

En Culturamas: La manera de recogerse el pelo: crítica de Alberto García-Teresa

Vaya por delante nuestro agradecimiento a Alberto García-Teresa por la estupenda crítica que ha escrito sobre La manera de recogerse el pelo, Generación Blogger, en Culturamas.

La puedes leer AQUÍ

Aquellos de los que no hablamos
están ahí pidiendo su parte.
Son pacientes y pasan desapercibidos
pero, a veces, podemos ver su rastro,
como el grito de Wilhem,
reapareciendo a través de la historia.
Aquellos de los que no hablamos
cuidan nuestro camino,
colocan baldosas mejores
para evitarnos tropiezos.
Y seguimos sin verles.
Aquellos de los que no hablamos
reconocen la contiuidad y el cambio
y todos los detalles nuevos,
y todo lo que les has quitado.
Aquellos de los que no hablamos
algún día,
tomarán su parte.