No me gustan las palomas. No sé quién decidió que eran animales pacíficos. Las he visto luchar a muerte por una miga de pan seco y hasta atacar a una cría de gato. Ríete tú de los gallos de pelea. Las aves son raras. Otra cosa son los pájaros.
Una vez apareció una paloma en la ventana del que era mi cuarto. Mi cuarto daba a un patio de luces donde sólo entraba el sol por las tardes, oblicuo. Ese día había quedado para comer con un amigo. La mesa lista, su tarta de cumpleaños decorada con fresas. No recuerdo si pasadas las tres lo llamé para comprobar que estaba vivo o si simplemente di por hecho que ya no vendría. Lo que sí recuerdo es haber entrado en mi cuarto en busca de un libro para calzar mi decepción. Y allí estaba, una paloma de tenaz inexpresividad como otra cualquiera de su especie.
Yo, entonces, todavía buscaba señales. Su mirada siniestra de esfinge curó de algún modo mi tristeza. Busqué mi mejor cámara, la Voigtländer Bessamatic, y le hice una foto. Todavía estuvimos un rato mirándonos, hasta que se hizo tarde y el patio de luces empezó a llenarse de cocinas iluminadas y voces que llamaban para la cena.
Una vez apareció una paloma en la ventana del que era mi cuarto. Mi cuarto daba a un patio de luces donde sólo entraba el sol por las tardes, oblicuo. Ese día había quedado para comer con un amigo. La mesa lista, su tarta de cumpleaños decorada con fresas. No recuerdo si pasadas las tres lo llamé para comprobar que estaba vivo o si simplemente di por hecho que ya no vendría. Lo que sí recuerdo es haber entrado en mi cuarto en busca de un libro para calzar mi decepción. Y allí estaba, una paloma de tenaz inexpresividad como otra cualquiera de su especie.
Yo, entonces, todavía buscaba señales. Su mirada siniestra de esfinge curó de algún modo mi tristeza. Busqué mi mejor cámara, la Voigtländer Bessamatic, y le hice una foto. Todavía estuvimos un rato mirándonos, hasta que se hizo tarde y el patio de luces empezó a llenarse de cocinas iluminadas y voces que llamaban para la cena.
5 comentarios:
Qué bonito
Hay quién dice que son las ratas del aire. Cuando mi suegra estaba en el hospital, venía una a la ventana y le poníamos pan. Nos gustaba su visita curiosa.
Me encanta leerte, siempre me traes recuerdos.
Abrazos apretujaos
Yo, tengo una familia de palomas instaladas en un hueco del balcón. Ahora, con el frío, están quietas y calladas.En la casa del pueblo había un palomar en la cuadra.Son muy ruidosas.
Un texto estupendo.Lola.
¿isabel bono?¿bkbono? Por fin encuentro un blog donde comentarte. ¡Qué dificil!
Hola como estas? quisiera prguntarte algo sobre la voigtlander que leo que tenes, te dejo mi mail. me escribirias por favor?? mil gracias!!!
sibiri15@hotmail.com
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