miércoles, 22 de octubre de 2008

Crisis, un poema de Carmen Conde

CRISIS
(Fragmentos)

I

No. Que nadie lo altere. Equilibrio del mundo
es no moverse, ni hablar, ni escribir una letra
que sea de censura de las cosas.
Las cosas del mundo son así.
Nosotros llevamos un ritmo que a nadie le importa.
¿Que el hombre de América pide,
o el hombre de Europa suplica,
o el hombre... (¿alguno lo ha hecho?) exige
derechos de hombre?
!Qué loca aventura el intento
de limpiarnos de podre!

Aquí, a lo nuestro: a callarnos.
O a gritar, si lo mandan, las veces
que ordenen los gritos. ¿Qué boca que ame a su Patria
gritaría "!Yo quiero ser libre!"?
Palabras, consignas de locos; ideas dementes.
!Silencio! Aún quedan los templos
(y no son bastantes)
para pedirle al Señor que nos guíe.
Que nos guíe y nos espere, que andando se pueden
perder los que intentan tocarle sus manos.
!Están las palabras tan dichas!
No voy a decirlas yo ahora. Las saben los hombres.
Las saben los viejos. Los jóvenes
acaban de verlas, tiradas en tierra
como duros lingotes de hierro... !Muchacho,
es hierro, no es plomo; dejad las palabras!

Debemos callarnos. Si intentamos gritar nos empujan
con dedos manchados de sangre. !Equilibrio!:
un pie sobre el cieno en corteza, y el otro,
revolviendo en la muerte.

CARMEN CONDE
Mujer que soy. La voz femenina en la poesía social y testimonial de los años cincuenta. Selección y prólogo de Angelina Gatell. Bartleby Ediciones. Madrid, 2006.

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