Ahora mismo, casi a la vez que escribo, cualquiera puede estar leyéndome no sé, en Perú o en Taiwán. ¿Por qué no? Y esto sería impensable hace apenas unos años, cuando los diarios personales, los cuentos, etc. se escribían sólo en papel, a mano o a máquina, y difundirlo al mundo era tan difícil como conseguir que alguien quisiera publicártelo, y aun así no tendría la misma visibilidad, ni por asomo.
No es lo mismo encerrarse en una habitación y escribir en un cuaderno lo que te pasa por la cabeza que acceder a tu blog y publicarlo ahí y, a los 5 minutos -tener la posibilidad de- recibir un comentario.
Esto, por fuerza, tiene que modificar la forma de escritura.
from: EL MAR DE LETRAS
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