Me arrancarías una pierna
con tal de convertirme en tu eterna Tristana.
La calle es fría y oscura
Por eso me subo el cuello del abrigo.
En los escaparates no hay más
que maniquíes seccionados
con amplio abanico de medias negras.
Ya han apagado la luz
Del luminoso “Hotel Paraíso”.
Darte las buenas noches,
Hubiera sido como poner un freno inútil,
Por eso, un abrazo tuyo
Es como de ángel con alas de cemento.
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