Querer morir,
es indiferencia.
Es levantarse
en mitad de la noche
porque las cortinas
se vuelven locas,
y la luz se enciende
y se apaga sola.
La muerte padece insomnio.
En su frente malherida,
hay arañazos
de los que no quieren irse.
Querer morir
es indiferencia.
Morir es todo lo contrario.
poema e ilustración extraídos de su blog:
mi sonrisa sangra
1 comentario:
Gracias por publicarme el dibujo y el poema. Saludos!!
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