domingo, 11 de julio de 2010

Ezequías Blanco: Una ceja de asombro.



Desde que tenemos muerta el alma
no hay litigio ninguno entre nuestros sentidos
no hay disputa fijada por valores dudosos...

Nuestras mentes crean sueños sin cesar
sueños sin peso rodeados de sombras
cuyos vuelos no proceden ni de noche ni de día
de los templos del aire del poder de los dioses
sino de las heridas de los más desgraciados...

Aunque ha habido verdad en nuestros hechos
todo lo percibimos como una gran mentira...

Desde que tenemos muerta el alma
somos capaces de engendrar sin embargo
esperanza en las urbes miserables
porque en nosotros alienta el trágico espíritu
de los héroes antiguos: ni verdaderamente vivo
ni verdaderamente muerto.

Ezequías Blanco. UNA CEJA DE ASOMBRO. Entradilla de Antonio Hernández. Coda de Manolo Romero. Fotografía de portada de Matilde Málaga. Huerga y Fierro editores, Madrid, 2010.

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