domingo, 13 de junio de 2010

Con las manos cargadas de tierra ciegos los ojos seco el corazón camino desnuda con pies que gimen a cada paso olvidando cómo dejar caer las lágrimas sobre el agua y convertirlas en saliva misma




dedos que no alcanzan nunca a escribir la respuesta que necesito, la que me salve



pesa la conciencia como un buitre hambriento y no quedan restos bajos los ojos tan sólo recuerdos tan sólo recuerdos tan sólo


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