lunes, 28 de junio de 2010

Poema para un hija, de Jorge Espina


A Josep-Vicent Marques in memoriam




Poema para una hija



Soy el que pesca las truchas más grandes,
el que más aguanta bebiendo cerveza,
el que más liga,
el que la tiene más gorda y más larga.
El primero en renunciar a la ternura.


He seguido las consignas,
he seguido el modelo,
yo digo que él es un hombre,
si él me dice que yo soy un hombre.
Ese es el juego.


Un día le tiras a una chica de las trenzas,
demuestras que puedes mear más lejos que nadie,
describes el tamaño de unas tetas.
Vas en grupo al prostíbulo,
comentas lo estrechas que son las mujeres,
interiorizas la frase:
lo que vale para mí, no vale para ti.


¡Vamos mujer!
¡Córtale las barbas a dios!
¡Ponle una bonita minifalda!
¡No negocies!
¡Dispón de tu tiempo!
¡No te dejes acorralar!
¡Legitima tu palabra y tu silencio!


Te suelto este rollo
hija mía,
porque hoy voy a enseñarte
a encolar la pata de una mesa
y sospecho,
que el bricolage,
algún día,
te hará libre.


Jorge Espina. De Autocrítica. Extraído de su blog Apología de la luz.