A los que me salvan
Poner cara de complacencia y no dejar que los pensamientos afloren a los dientes.
Mezclar calor y cerveza deja de ser eficaz a partir de la tercera.
La mejor canción de los últimos veinticinco años tendrá que ser la más influyente.
Funkytown, por ejemplo. Ni de coña. Pero no se me ocurre otra.
Al final el más pesado podría ser la salvación.
Me ato una cuerda a la muñeca para que alguien tire desde el otro lado.
Encefalograma plano, en serio.
Hoy nadie quiere hablar de Siria.
Tengo que limarme las uñas, otra vez.
Una vaca que toca el violín, qué bonita.
Espera, que doy el salto a Matrix.
No, yo tampoco soporto a
los escorpio ni a los cáncer.
Tiro yo un poco de la cuerda, no sea que se hayan olvidado de mí.
Marcharse o morir.
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