y piensas,
hubo horas de silencio en una casa
cuando las tardes se vaciaban
de familia, de amigos
y el deseo de soledad
te tomaba para emprender
una búsqueda sin riesgos
ahora aquellas tardes no existen
porque no existe aquella casa
ni aquella luz
y piensas,
la luz nunca vuelve
3 comentarios:
Isabel,
Extraordinario poema...latente, vivo.
gracias,
es un placer tener lectores como tú
Cuántos recuerdos despertó este poema en mí...
Aquella casa tampoco existe ya..
Besos
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