QUÉ HERMOSO
Una lente personal: cristal combando los rayos
que le dieron a una las noticias de aquel día,
repitiendo todos y cada uno de los días,
sólo recuerdas que habitas
un planeta que evoluciona.
Qué hermoso, pensó ella, lo que hace distancia
por agua, la vista desde arriba o lejos.
En el sueño de anoche, volvían de nuevo
al comienzo. Ella era una niña
y él era un niño.
Un avión la apeó y la dejó allí.
Frío blanqueando el blanco cielo más blanco.
Entonces un bisturí la seccionó abriéndola para que el mundo entero
fuera mar.
Mary Jo Bang. ELEGÍA. Traducción y prólogo de Jaime Priede. Bartleby Editores, Madrid, 2010.
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